jueves, 2 de octubre de 2008

Callejear por Rodas. Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Grecia.

Es Lindos un pueblo de estilo isleño típico del Mar Egeo, que se extiende por las faldas de la montaña sobre la cual, sobre un abrupto acantilado, se ubica su impresionante acrópolis. Se encuentra a unos 58 km de la ciudad de Rodas. Lindos se asienta en un pequeño golfo de aguas cristalinas, y es un verdadero placer andar por sus estrechas callejuelas pavimentadas con preciosos guijarros blancos de mar y flanqueadas por blancas casas del siglo XV. Recordemos que de aquí era el constructor de Coloso de Rodas. Dentro de su fortaleza medieval, nos encontramos con el recinto arqueológico del Santuario, el Templo de Atenea, el de Dionisios, el teatro, la tumba de Cleóbulo, el castillo de Los Caballeros, la Galería Dórica, Los Propileos, etc.
En Lindos se rodó la famosa película "Zorba el griego", protagonizada por Anthony Queen, basada en la novela de Kazanzakis.


Restos del Templo de Afrodita.

La ciudad fue levantada en el 408 a.C., trazada por el arquitecto y filósofo Hipódamo de Mileto, convirtiéndose en centro político, comercial y religioso. Su dominio se extendió, estableciéndose las primeras leyes del derecho naval y promoviendo las artes, el teatro y el atletismo. En el siglo II a.C. comienza la debilitación de la isla tras su alianza con Roma, convirtiéndose posteriormente en provincia romana. En el 395 d.C. con la división del Imperio Romano, Rodas se incorpora al Imperio Bizantino, convirtiéndose durante los siglos posteriores en blanco de saqueos e incursiones. Será el Periodo siguiente, a partir de del año 1309, que coincide con la instalación de la Orden de Caballería de San Juan cuando se construyan imponentes edificios y un muro-fortaleza que protegerá la ciudad durante doscientos años, hasta la conquista de los turcos. En 1912 pasa de pertenecer al Imperio Otomano a ser de dominio italiano ayudados por los propios habitantes griegos de la isla. En 1948 se incorpora definitivamente a Grecia junto con el resto del Dodecaneso, poniendo fin a la dominación extranjera. Su esplendor histórico se remonta al siglo III a.C. y en la época medieval, bajo el dominio de Los Caballeros de San Juan.
La ciudad amurallada, que parece no haber sufrido el paso del tiempo, cuenta con impresionantes edificios como el Palacio del Gran Maestre, edificio fortificado del XIV, la Catedral y el Hospital de los Caballeros donde se encuentra el Museo de Rodas. El recorrido por las murallas de unos 5 Km nos evocará otros tiempos y otras costumbres, desde los restos del templo de Afrodita del siglo III a.C. a la imponente Puerta de La Libertad, el Cuartel de Los Caballeros de Auvernia, el Deposito de Armas, el Museo de Arte Decorativo con objetos folklóricos del Dodecaneso, el Museo Bizantino, o el Arqueológico dentro del Hospital de Los Caballeros (siglo XV). Pero sin duda, y dominando la ciudad antigua, el mayor encanto, se centra en el Palacio de Los Grandes Maestres, destruido en 1856 por los turcos y reconstruido por los italianos en 1939. De dicho palacio, y fortaleza a la vez, llama la atención los pisos (de mosaico antiguo), la galería de reuniones, así como la impresionante colección de muebles que nos muestra. Las murallas y sus imponentes puertas (la Puerta Marina, la de Santa Catalina, de San Pablo, la magnifica puerta de d'Amboise, de San Juan, de la Libertad, de San Antonio...) son algo digno de contemplar y nos trasladará a otra época por unos instantes. Así mismo, la calle de Los Caballeros, la calle medieval mejor conservada de Europa, la única que hoy mantiene todavía su carácter auténtico y original. El casco medieval posee una plaza central y está completamente repleto a derecha e izquierda de tiendas pequeñas de variados productos típicos, cerámica, joyería, cuero y piel, souvenirs de todo tipo, y restaurantes y bares de copas en autenticas mansiones medievales que conservan enteramente la decoración de la época. La comida en la isla tiene una mezcla de Grecia, Europa y Oriente. La ciudad antigua está llena de tabernas donde sirven básicamente pescado y marisco, tal como Alexis, Pizanias o Dodekanisos. O comida típica griega como Estiatopio Ippotikon (también de pescado fresco), que se ubica en un bello edificio, restaurado recientemente (1997), en piedra, madera y suelos de guijarros, reproducción exacta del lugar donde vivieron los Caballeros de Rodas, y bajo el cual se han encontrado interesantes restos arqueológicos y un túnel que conduce al puerto, todo esto se nos muestra desde una trampilla de cristal en el suelo del hall de entrada al restaurante, de fondo, buena música griega.
La calle de los Caballeros merece la pena recorrer, entre edificios medievales nos lleva hasta el Palacio de Los Grandes Maestres, en ella se encontraban las ocho posadas de Los Caballeros según la Provincia a la que pertenecían, de las que solo quedan hoy cuatro. La de España se conoce como La Castellanía (siglo XVI) y, tras una bonita fuente, alberga la Biblioteca.
En la parte meridional está la encantadora ciudad turca con edificaciones otomanas, baños típicos y mezquitas. Al Sur queda la Mezquita de Solimán, con puerta italiana, la torre del Reloj, y la calle Sokratous. Alrededor de los muros del castillo medieval una cantidad indescriptible de vegetación, así también gran cantidad de palmeras que le dan un cierto aire tropical
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La ciudad moderna tiene como centro el puerto de Mandraki, al este de la ciudad, cuya bocana se encuentra flanqueada por dos estatuas en bronce de sendos ciervos , macho y hembra, sobre pedestal en los lugares donde se cree que hace más de dos mil años se situaron los pies del célebre Coloso. Según dicha versión, la estatua triunfal del Coloso, considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo, se levantó tras la victoria ante el asedio de la ciudad por Demetrio en el año 305 a.C. Esta escultura en bronce fue encargada al escultor Charis Lindio, quien tardó 12 años en terminarla. Con una altura de unos 31 metros estaba colocada en la entrada al puerto dejando que los barcos pasaran por debajo de sus enormes piernas. En el 226 a.C. un terremoto derrumbó la estatua. Y fue en el 635 d.C. cuando los árabes que asediaron Rodas vendieron las piezas de la estatua a un comerciante egipcio que necesitó casi 900 camellos para trasladarlas. Esta es la leyenda por la cual a los rodios también se les llamó "colosaeis", esto es, de la isla del Coloso.
En el puerto también podemos disfrutar de tres bellos molinos, mantenidos y reformados que eran utilizados para moler el grano que traían los barcos. El fuerte de San Nicolás, del siglo XV, y el faro cierran el puerto por el Norte. Cerca, la iglesia de la Anunciación, catedral ortodoxa en estilo gótico. Un poco más hacia el norte, la residencia del gobernador, construida por los italianos junto con el Ayuntamiento, el Teatro Nacional y los Juzgados. No deje de visitar además el Mercado Nuevo, la Iglesia de San Juan o la de San Pateleimon, la mezquita de Murat Reis y la Cámara de Comercio, bello edificio del XV.
La antigua ciudad de Rodas era más grande que la actual. En el interior de los muros había dos acrópolis: una sobre la colina del monte Smith, de la que aún quedan restos, y otra donde hoy día está el Castello de los Caballeros.
Importantes monumentos antiguos se pueden encontrar en la Acrópolis arqueológica, que dista menos de 3 km del centro de la ciudad. En una cueva natural está el Estadio, del siglo II a.C., que en parte ha sido reconstruido y donde actualmente actúan grupos de música. Cerca, en una hondonada natural hay un pequeño Teatro, reconstruido en casi toda su totalidad con mármol blanco. Un poco más allá el gran Templo de Pitio Apolo, en ruinas.



Elementos arquitectónicos de la Lonja de los Mercaderes o Cámara de Comercio, La Castellania, en la plaza Ipocratus.




Detalle del brocal de un Pozo y de una ventana en la Posada de los Caballeros de Auvernia.



Mercadillo en el puerto de Mandraki, a los pies de las Murallas.








Rodas se extiende en dirección NE-SO al sur de la costa turca, frente a la antigua región de Caria, de la que la separa un canal de 15 km de anchura. Tiene una longitud de 78 km, su ancho es de 39 km (entre los cabos Monolithos y Lindos) y una extensión global de 1398 km². La distancia que la separa de Atenas es de 490 km.
Una cadena montañosa discontinua atraviesa la isla en dirección N-S. El pico más alto se sitúa en la vertiente occidental y se llama Ataviros (1215 m). Rodas no posee grandes corrientes de agua sino más bien torrentes que están en su mayor parte secos durante el verano. Estrabón otorga a Rodas el nombre de 'Telchinis' (Τελχινíς), que puede hacer referencia a los primeros habitantes que poblaron la isla, los llamados Telchinos, también mencionados por Diodoro de Sicilia. Estos eran Hijos del Mar, los primeros habitantes de la isla, con cabeza de perro y aletas de pez (precisamente una de las metamorfosis habituales de Proteo era la de foca), que fueron además los primeros pobladores de Creta. Al parecer, a causa de sus conjuros con el agua de Estigia, Zeus les manda un Diluvio que los dispersa por diferentes puntos de la Hélade y Asia Menor. Según la tradición criaron y educaron a Poseidón a instancias de Rea, fabricaron su tridente y la hoz de pedernal dentado que castró a Cronos. Una vez que la isla reemerge de las olas es ocupada por Helio quien casa con la ninfa Rodo, que en algunas versiones es hija de la unión de éste con Halia, una telquin.
El nombre de 'Pellagia' recogido por Amiano Marcelino puede estar en relación con el mítico origen de Rodas a partir del mar. Pero es Plinio el Viejo el que más noticias nos refiere sobre los antiguos nombres de Rodas, bien sean míticos o reales. Así "vocitata est antea Ophiusa, Asteria, Aethraea, Trinacria, Corymbia, Paeeessa, Atabyria ab rege; deinde Macaria et Oloessa." (Naturalis Historia, V, 36).
La explicación a estos nombres puede ser la siguiente:
Ophiussa (Οφιουσσα). Por la abundancia de serpientes que al parecer tenía la isla.Oloessa (Ολóεσσα). Que significa perniciosa o mortal, quizá por el mismo motivo de las serpientes. Asteria (Αστερíα). Porque brillaba como un astro por su belleza y por el predominio del tiempo soleado la mayor parte del año. Trinacria (Τρινακρíα). Porque posee tres promontorios como Sicilia. Atabyria (Αταβυρíα). En referencia a su más alta montaña o al nombre de su más antiguo y legendario rey. Macaria (Μακαρíα). Porque según la tradición es una isla afortunada como Chipre y Lesbos.
Pero lo más probable es que el nombre de Rodas haga referencia a la flor bien del granado o a la rosa misma. De hecho, en numerosas monedas rodias la rosa es un elemento iconográfico de primer orden. Además la flor del granado en griego clásico se expresa con la palabra ροια. En cualquier caso todas estas explicaciones no son más que conjeturas.
Hacia finales de la Edad del bronce (1550-1100a.C.) la influencia minoica en Rodas es patente. En 1100a.C. se produce la llegada de los dorios, que contribuyen al desarrollo de algunas ciudades de la isla como Lindos y Kamiros. Aprovechando el lugar privilegiado que Rodas tiene en el mapa como encrucijada entre Oriente y Occidente, los dorios favorecen el comercio y desarrollan rutas comerciales que comunican los cuatro puntos cardinales, especialmente con Egipto y con la Grecia continental.
Durante todo el siglo IV y IIIa.C., Rodas juega un papel bastante indeciso desde el punto de vista diplomático. Hacia 480a.C. la encontramos aliada de los persas contra los griegos para girar posteriormente alrededor de la órbita de la Liga de Atenas. Años más tarde se pondrá del lado de Esparta contra Atenas para en 411a.C. inclinarse nuevamente del lado de Atenas contra Esparta. Este juego de alianzas se refleja también en su estructura política con la alternancia de un modelo político oligárquico de tipo espartano y un pradigma democrático a la ateniense. Esta ambivalencia será la causa de no pocas tensiones políticas internas a lo largo de toda la primera mitad del siglo IV.a.C.
Durante el Período helenístico, Rodas permanece al lado de Alejandro Magno hasta su muerte. Pero en 323.a.C., Antígono, un personaje próximo a Alejandro Magno, solicita la ayuda de Rodas para deponer al rey de Egipto. Pero como Rodas mantiene relaciones comerciales sustanciosas con Egipto, rechaza la petición realizada. Antígono enviará a su hijo, Demetrio Poliorcetes, que asediará la isla durante un año (305-304 a.C.). El asedio fracasa completamente y el conflicto se resolverá pacíficamente tras la mediación de algunas polis griegas.
Los años posteriores serán provechosos gracias a la actividad comercial de la isla. La ciudad de Rodas llegará a tener hasta 60.000 habitantes y se construirán en ella numerosos teatros, estatuas y templos. En 297 a.C. Roma anexiona Rodas.
Tras la caída del Imperio romano, la isla estará a caballo de la dominación o de la influencia de Bizancio, Venecia y Génova. Su posición geográfica entre occidente y Tierra Santa la convertirá en un lugar privilegiado y muy visitado durante las Cruzadas.
En 1309, los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén se establecen en Rodas tras haber sido expulsados de San Juan de Acre y de Chipre. Durante este período y hasta finales del siglo XV la isla ve el desarrollo de una arquitectura gótica sin parangón: castillos de Kamiros y Monolithos y las murallas de Lindos.
En 1522 Solimán el Magnífico conquista Rodas, los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén abandonan la isla para establecerse en Italia y después en Malta. El período otomano durará hasta 1912, año en que Rodas pasa a manos italianas hasta 1943. De 1943 hasta 1945 los alemanes ocupan la isla, para ser nuevamente arrebatada por los ingleses, que ejercerán la administración hasta 1947 en que se integra a Grecia.




















































































Calle Sokratus.





























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