martes, 7 de octubre de 2008

KERAMiKOS; Kerameikos o Keramekos. Antiguo cementerio de la ciudad de Atenas. El Cerámico. Atenas.


El Cerámico está situado en el 148 de la calle, Odós, Ermou, que nos lleva hasta el Parlamento recorriendo si la seguimos gran parte de la Atenas que no nos podemos perder en nuestra visita a la ciudad. Es un antiguo barrio de Atenas dedicado a Kéramos, patrón de los alfareros. Existe una zona que versa sobre las excavaciones y un poco más. Existe una zona que versa sobre las excavaciones y un poco más adelante se encuentra el Museo del Cerámico, donde se exponen adelante se encuentra el Museo del Cerámico, donde se exponen esculturas arcaicas, estelas funerarias, cerámica de distintas épocas, figuras de animales en terracota, piezas de vidrio, coronas y lámparas entre otros objetos de interés.
El Cementerio del Cerámico tiene tumbas para inhumación o para la incineración desde el siglo IX a.C. hasta los romanos. Para recorrerlo es imprescindible atravesar el Paseo de las Tumbas que atraviesa todo el cementerio. Era el lugar de enterramiento de los atenienses célebres. La Vía Sagrada, que conduce desde Eleuris al puente de Dipylon, donde tenían lugar los misterios, está salpicada de una extraordinaria variedad de monumentos escultóricos, como altas urnas de pidra, un toro en orveta, esfinges aladas y melancólicas escenas de despedida. La mayoría de las esculturas originales están en el Museo Nacional, pero las réplicas son suficientemente elocuentes. El museo de objetos procedentes del cementerio constituye una magnífica guía de la cerámica griega: desde las urnas pintadas con motivos geométricos a la elegante decoración blanca de la época clásica ateniense y la sofisticación buscada de la cerámica helenística.
No dejes de visitar el Pompeion, antiguo gimnasio del siglo V a.C. que fue reconstruído en varias ocasiones, y el Dipilón, la puerta fortificada del 479 a.C.


La colina de la Acrópolis desde el Keramikos.






Vista del Keramikos con la sede del Museo de la Cerámica Tradicional al fondo.
La venida que sale de la ciudad por la Puerta Dipilon es la Vía Panatenaica, por donde entraba en la ciudad una procesión solemne que terminaba con sus ofrendas en lo alto de la Acrópolis, atravesando la ciudad. En total, se abrían en las murallas 15 puertas.
(Fuente de la documentacion gráfica: La ciudad antigua. La vida en la Atenas y Roma clásica. P. Conolly, H.Dodge. Acento Editorial.1.998).
Muchos de los ceramistas y alfareros de Atenas se encontraban reunidos entre el Ágora y el Dypilón, en el barrio que se conoce como el Cermáico al suroeste de la Acrópolis. La mayoría de los talleres eran pequeños y estaban compuestos por un maestro, varios oficiales libres y esclavos. El Cerámico (Κεραμεικός, Kerameikos). Según Heródoto, su nombre proviene de κέραμος keramos, tierra cocida. Para Pausianas, el nombre proviene más bien de Céramo, hijo deAriadna y de Dionisio. En 478 a.C., cuando las Guerras Médicas estaban llegando a su fin, Temístocles decidió construir un muro alrededor del Ágora, y el Cerámico fue dividido en Cerámico interior y Cerámico exterior. La parte situada fuera de la ciudad servía de cementerio a los soldados muertos por la patria. El ágora se hallaba en el Cerámico interior. En la actualidad, y como no podía ser de otra manera, el recinto del yacimiento arquelógico del Keramekos acoge un museo donde se guardan junto a las piezas procedentes del cementerio piezas de cerámica de los talleres que ocuparon este área de la muralla ateniense. En este mismo sentido junto al yacimiento entre la calle Ermou y la calle Pireos se encuentra la sede del Museo de Cerámica Tradicional.
En 1862 fueron iniciados los trabajos de la nueva carretera que debía alcanzar El Pireo, arrancando del Cerámico exterior, durante los cuales, junto a la iglesia de la Santísima Trinidad (Hagia Triada), aparecieron piedras funerarias llenas de inscripciones. Apenas había pasado una semana cuando salió a la luz un bloque de mármol esculpido: la terminación en palmeta de una gran pilastra de tres metros y medio, en la que figuraban los nombres de dos hermanas y su padre; una espléndida estela funeraria de un tipo desconocido hasta entonces.
La intervención del Departamento de Antigüedades determinó que aquella pilastra era sólo una parte de una tumba familiar, y al poco tiempo se hallaron también la estela con relieves de la mujer de uno de los hermanos y zócalos de otros monumentos funerarios no conservados. En vista de lo cual, el gobierno griego adquirió aquel terreno y, poco a poco, otros adyacentes.
En 1872 las excavaciones habían proporcionado ya una enorme cantidad de materiales, y al año siguiente salió a la luz el Dípylon, lo que haría que en adelante, la ciudad de los muertos del Cerámico fuera también conocida como la Necrópolis del Dípylon por estar en las proximidades de esta puerta de la muralla ateniense y no lejos de la Puerta Sacra. La Puerta Dipilon, por la que entraba en Atenas el arroyo Eridano y surtía de agualos a los alfares y talleres cerámicos, tenía el pasadizo mayor de toda la Hélade, de 22 metros de anchura por 41 de profundidad y por ella entraba en Atenas el arroyoEn 1913, el gobierno griego confió al Instituto Arqueológico alemán la excavación sistemática de toda la zona. Los trabajos comenzaron en 1914, dirigidos por H. Knackfuss, fueron paralizados en 1916 a causa de la Primera Guerra mundial, y se reanudaron en 1926 con el apoyo financiero de Gustaf Oberländer, un americano de origen alemán.




Esta necrópolis, la mayor de toda Grecia, hunde sus orígenes en el siglo XI a.C., llega hasta la época clásica y resulta particularmente valiosa por la rica documentación que nos ofrece de los primeros siglos del I milenio a.C. En ella se ha sacado a la luz inhumaciones en sencillas fosas rectangulares revestidas y cubiertas con losas de pizarra.Y en el aspecto artístico ha proporcionado una gran cantidad de cerámica con decoración geométrica que define todo un largo periodo de la historia del arte griego. El primer hallazgo de vasos geométricos tuvo lugar en 1871. Los vasos se colocaban sobre las tumbas para recoger las ofrendas rituales. Solían decorarse con densos y menudos motivos geométricos, que a partir del siglo VIIIa.C., incluirían también representaciones humanas y animales. Poco más tarde adquirieron carácter monumental, alcanzando tamaños de hasta metro y medio. Hacia finales del siglo VII a.C, aparecen las estelas, primero en piedra calcárea local, más adelante en mármol. Junto a las estelas aparecen figuras exentas, kouroi funerarios. Un admirable ejemplo es el llamado Kouros del Dípylon del 600a.C., del que sólo se han conservado una mano y la cabeza que se encuentran en el Museo Arqueológico de Atenas.





A partir de 1871, los trabajos prosiguieron aunque uno siempre al mismo ritmo; pero concluyó el siglo sin que todavía hubiera podido determinarse la extensión de aquella necrópolis. Fue un joven profesor alemán, A. Brückner, quien primero se dio cuenta de que procediendo sepultura a sepultura pasarían demasiados años antes de conseguir una visión comprensiva del conjunto, y por ello solicitó permiso para realizar pequeñas excavaciones exploratorias que permitieran delimitar el área. Los resultados no se hicieron esperar, y en 1909 los resumió en un libro titulado El cementerio del Erídano e ilustrado con mapas que señalaban la extensión de la necrópolis y la situación de los diversos recintos funerarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario