sábado, 27 de febrero de 2010

Andrea di Pietro dalla Gondola. Palladio.

Arquitecto italiano del renacimiento tardío.

Nació en Padua el 30 de noviembre de 1508 y comenzó su formación como simple cantero. Su nombre auténtico era Andrea di Pietro dalla Gondola, pero cambió su apellido por el de Palladio (en honor a Pallas, diosa griega de la sabiduría) a partir de la tutela del poeta Giangiorgio Trissino, que supervisó sus estudios de arquitectura. Trissino le llevó a Roma, donde Palladio analizó las ruinas clásicas y estudió a fondo los tratados de Vitrubio, el único legado teórico de la arquitectura romana. El fruto de sus investigaciones fue la publicación del libro Le Antichità di Roma de 1554, considerado durante más de dos siglos como la mejor guía sobre las ruinas de la ciudad eterna.

Una de sus primeras obras de gran envergadura fue la transformación comenzada en 1549 del recinto exterior del Palazzo dalla Ragione o Basílica, el ayuntamiento de Vicenza. En esta ciudad, situada entre Verona y Padua, y sus alrededores construyó numerosos edificios residenciales y públicos. Entre ellos destacan los palacios Chiericatti, Thiene y Valmarana, y las villas Badoer, Barbaro en Maser, Emo, La Rotonda y Villa Foscari, en Malcontenta di Mira.

Entre 1560 y 1580 también construyó varias iglesias en Venecia, entre las que sobresalen San Francesco della Vigna, San Giorgio Maggiore e Il Redentore. Su última gran obra fue el teatro olímpico de Vicenza, que finalizó Vincenzo Scamozzi después de su muerte.

Aunque su estilo arquitectónico tiene sus antecedentes inmediatos en la obra de los maestros del alto renacimiento, como Donato Bramante, Palladio siempre cultivó una interpretación propia de los motivos romanos, derivada del estudio directo de la arquitectura antigua. Combinó libremente muchos de los elementos del lenguaje clásico, de acuerdo con las exigencias del emplazamiento o de las necesidades funcionales de cada edificio y en este sentido se le puede considerar como un arquitecto manierista. Sin embargo, al mismo tiempo compartió la búsqueda renacentista de las proporciones armónicas, y sus fachadas se caracterizan por una excepcional elegancia basada en la sencillez —casi austera— y la serenidad compositivas.

Palladio fue el primer arquitecto que desarrolló un sistema organizado para las disposición de las habitaciones privadas. También fue el primero que ubicó en edificios residenciales pórticos con frontones, propios de los templos clásicos, como los que se pueden contemplar en las cuatro fachadas idénticas de Villa Rotonda, compuestas por seis columnas jónicas sobre un elevado podium precedido por una escalinata. Los edificios de Palladio a menudo incorporaban soluciones ingeniosas, en ocasiones para facilitar la entrada de luz, o para hacer más cómodos los tránsitos entre distintas estancias. En la basílica de Vicenza, por ejemplo, proyectó una elegante fachada formada por dos pisos de arquerías donde empleó la ventana o motivo serliano, conocido también como palladiano, un vano tripartito compuesto por una parte central arqueda y más ancha que las dos laterales, separadas por delgadas columnas, gracias al cual pudo estrechar los pilares estructurales y con ello captar mucha más luz para el espacio interior.

Otra de sus aportaciones a la historia de la arquitectura fueron los tratados, entre los cuales destaca I quattro libri dell Architettura de 1570, segunda edición en 1580, que se convirtió en un canon para la arquitectura occidental de los siglos venideros. Esta influencia se extendió sobre todo por Inglaterra, donde apareció una corriente llamada palladianismo, que seguía fielmente sus preceptos y reglas compositivas. Entre los seguidores de esta tendencia se hallaban arquitectos de la importancia de Inigo Jones o sir Christopher Wren, que a su vez fueron antecesores de algunos estilos neoclasicistas, como el neopalladianismo o el georgiano ingleses y el federal de Estados Unidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario